El futbolista y exinternacional belga Radja Nainggolan, detenido el pasado enero en una operación contra el tráfico de cocaína, ha cambiado su versión de los hechos y reconoce haber pedido 100 mil euros prestados a un conocido criminal, según informó hoy el diario Heet Laatste Nieuws.
El futbolista, de 36 años y en libertad con cargos por presunta participación en organización criminal, dijo inicialmente a través de sus abogados que su intención era “ayudar a unos amigos en dificultades” económicas, pero ahora ha variado su versión y ahora señala que el dinero era para él.
“No eran ellos quienes necesitaban dinero, era yo”, ha dicho en los interrogatorios el centrocampista del modesto KSC Lokeren-Temse y antiguo internacional y jugador de la Roma e Inter de Milan, según ese periódico flamenco a partir de fuentes cercanas a la investigación.
Nainggolan agregó que necesitaba el dinero porque sus cuentas bancarias estaban bloqueadas debido a su divorcio, por lo que no podía disponer de fondos.
El futbolista recibió un préstamo de 100 mil euros para financiar sus gastos en el casino y saldó su deuda, según esa versión.
De ahí que pidiera dinero prestado, según su versión, a varias personas, entre ellas Nasr-Eddine Sekkaki, criminal de 34 años con más de 30 condenas a sus espaldas y el pequeño de varios hermanos implicados en robos, atracos, fugas y narcotráfico en Bélgica. Actualmente se encuentra en libertad condicional.
En general, el prestamista sacaba dinero de la cuenta de su madre y se lo entregaba al futbolista en efectivo en billetes de 100 euros y este devolvía después el dinero a la misma cuenta en transferencias de entre 5.000 y 30.000 euros, en algunas de las cuáles escribía “inversión en construcción” como concepto del pago.
Según el diario, Sekkaki consideraba los prestamos “un acto de amistad” y señaló que Nainggolan devolvió todas las cantidades adeudadas.
El hermano mayor del clan, Ashraf Sekkaki, es un famoso criminal que en 2009 escapó en helicóptero de la cárcel de Brujas y fue arrestado dos semanas después en Marruecos, donde sigue preso.
La afición al juego de Nainggolan era conocida pues en 2018 fue víctima de una estafa de 150 mil euros un casino de Mónaco por parte de una banda criminal especializada en clonar cheques bancarios.
Nainggolan fue detenido junto a otras 17 personas en enero en el marco de una operación policial con 30 registros en los que las autoridades belgas decomisaron 2,7 kilogramos de cocaína, armas de fuego, dos relojes de lujo de 360 mil euros cada uno, joyas, oro y 370.00 euros en metálico.
Las fuerzas del orden sospechan que la red importaba cocaína de Sudamérica a Bélgica por el puerto de Amberes.
Eterno “enfant terrible” del futbol belga, característico por lucir una llamativa cresta de colores, tatuajes por todo el cuerpo y por fumar pese a ser deportista profesional, Nainggolan acababa de unirse al humilde club de Lokeren y atesora en su palmarés 30 partidos con Bélgica, hasta que en 2018 dejó de entrar en las convocatorias.
El futbolista ha continuado jugando en el KSC Lokeren-Temse, que ha conseguido clasificarse para la fase de ascenso a la primera división belga en una temporada en la que Nainggolan ha disputado 13 partidos en los que ha firmado 3 goles y 2 asistencias.